Lourdes > Col du Portalet (España)
88km / 1h57
Antes de dejar los Pirineos, os sugerimos que os quedéis un poco más en Lourdes, para descubrir su sorprendente funicular, su valiente castillo y su verde lago. Partiréis enseguida por el secreto Val d’Azun y los panorámicos puertos de Soulor, Aubisque y Pourtalet.
Funicular del Pic du Jer
El Pic du Jer, que domina el valle, es reconocible por su gran cruz, iluminada por la noche. Para acceder, un centenario funicular lleva a su cima, a unos 1.000 metros de altitud en pocos minutos; viaje encantador asegurado. Un sendero de paseo conduce hasta el observatorio, donde un mirador único ofrece una vista de 360° sobre Lourdes, Tarbes, Pau, el valle de Argelès-Gazost y las cumbres pirenaicas.
Situado a la entrada de Lourdes (59, av. Francis-Lagardère)
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El castillo fortificado y su Museo Pirenaico
Construido sobre un pitón rocoso, el castillo fortificado, clasificado como monumento histórico, domina la ciudad marial. Heredero de un pasado medieval, actualmente abriga el museo pirenaico. No dudéis en asaltar esta fortaleza y subir los 104 escalones de la estrecha escalera de caracol que lleva al torreón. La vista es excepcional. A descubrir, también: la célebre leyenda de Carlomagno, que fue el origen del escudo de armas de Lourdes.
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Lourdes playa
"La ciudad marial se transforma en estación balnearia."
En el lago, la ciudad marial se transforma en estación balnearia. Una balsa flotante ofrece un espacio de baño, vigilado por socorristas profesionales. Los más deportistas encontrarán una amplia gama de actividades por practicar: alquiler de patín acuático, kayak, “stand-up paddle”, 3 pistas de BTT (verde, roja y negra), golf de 18 hoyos, pesca a orillas del lago o, simplemente, marcha. Un fácil sendero de 6km, con tan sólo 50m de desnivel, da la vuelta al lago. Es, también, un bonito lugar para comer en la terraza del restaurante, instalado a orillas del lago.
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Val d’Azun
Un bello valle preservado, que contiene una decena de pequeños pueblos de montaña, con sus tejados de pizarra y sus muros de piedra. Las tradiciones pastoriles están, aun, bien vivas y, el queso de granja es muy conocido.
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Puerto de Soulor
Precioso mirador sobre los Pirineos, a 1.474 metros de altitud. En el horizonte, las grandes praderas recorridas por vacas, caballos y ovejas. Alzad la mirada, no es extraño ver rapaces sobrevolando el puerto. Soulor se enorgullece, también, de abrigar la única cava de maduración colectiva de los Altos Pirineos, donde «Jojo» cuida de los 3.000 quesos que le confían los agricultores de los valles de Arbéost y Béarn.
Puerto de Aubisque
"El descenso zigzaguea a través de las pendientes y por varios túneles."
Añadid 10km más y, habréis llegado al puerto de Aubisque, a 1.709 metros de altitud. Un relieve cubierto de hierba, con suaves ondulaciones, ofrece un nuevo y acogedor mirador, para disfrutar de un magnífico panorama sobre el valle de Ouzom y los picos circundantes. El descenso zigzaguea a través de las pendientes y por varios túneles. Os cruzaréis, seguro, con ovejas, vacas o caballos que andan en libertad.
Puerto de Portalet
"Aquí el horizonte se hace vasto, las suaves curvas y los colores se tornan ocres."
A 1.794 metros de altitud, el puerto de Portalet se abre entre el pico de Portalet y el de Anéou donde la aguda cima destaca al oeste. Aquí el horizonte se hace vasto, las suaves curvas y los colores se tornan ocres, dando un aspecto parecido a África, como diría Henri Russell.